La caña panelera es la especie más cultivada en los minifundios de las laderas de Cundinamarca. Su cultivo no es extensivo debido a que la pendiente típica de la cordillera va del 20% al 100%, lo que impide el acceso con maquinaria de cosecha. Esto a la vez genera empleo de mano de obra, tanto para la cosecha, como para la producción posterior de panela. En Colombia esta actividad genera alrededor de 120.000 empleos fijos (Min. Ambiente, 2002). El departamento de Cundinamarca cuenta por el 60 % de las 1’470.000 toneladas de panela que se producen en el país anualmente (cifras FAO 2002). Se estiman alrededor de 2900 trapiches en el noroccidente de Cundinamarca. Principalmente en los municipios de Nocaima y Villeta. La vía que comunica Bogotá con Medellín es la línea vial principal que conecta la región panelera con el resto del país.
La agrícultura de pequeña escala presenta ventajas económicas y ambientales (Belfrage etal. 2002) sin embrago, algunos de los procesos realizados actualmente en la producción de panela impactan negativamente el ambiente. Algunas de estas prácticas negativas son la quema de llantas y leña en las hornillas, la quema de los desechos orgánicos en la parcela de cultivo y el uso de fertilizantes y pesticidas químicos . Fundamentados en lo anterior, hemos planteado un proyecto de arquitectura que tiene como objetivos promover la producción agrícola alternativa, fomentar el trabajo comunitario y ofrecer unidades espaciales para aprender y poner en práctica dichos conocimientos sobre sostenibilidad.
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