LA EMERGENCIA DE LO NUEVO

Nace la innovación y con ella se alza una voz de preocupación y también de optimismo sobre las posibles consecuencias de los avances tecnológicos a través del tiempo. La paradoja de la innovación surge en el pasado, para tomar forma en el presente, y configurar el futuro; y a su vez se configuran como una fuente de ventajas sociales y vulnerabilidad que trastornan de manera imprevisible el mundo en el que vivimos.

La innovación tecnológica es ávidamente perseguida como una cuestión de política nacional y cultural, se contempla la idea de la innovación en un frágil futuro. “The emergency of the new” explica las ideas originales y las tecnologías actuales que dan explicación a las formas sociales y culturales entendidos en un ambiente de constantemente se encuentra en transformación para ser organizadas en estructuras sociales y en la misma organización de formas ya existentes. El futuro debe ser aceptado y alterado de tal manera que identifica y satisface latentemente las necesidades del presente; la innovación es un proceso de adaptación mutua, su éxito depende tanto en la receptividad de la sociedad como de la calidad de la comunicación y la integración con las formas sociales, es la apuesta colectiva sobre el futuro.

Nowotny señala una ambigua imagen del futuro que, con un poco de modificación, podría ser lanzado descrita diciendo que los científicos y la ciencia en su conjunto son impulsados por la curiosidad, que es visto como un insaciable fuerza motriz que conduce a la innovación. El éxito y el progreso de la ciencia se mide en términos de innovación, y las innovaciones acumulativas conducir el mundo occidental y, debido a la globalización, el mundo en su conjunto, en un frágil futuro lleno de riesgos y peligros. 

Temores de los futuros derivados de la observación de cambios rápidos en las sociedades ambivalente del progreso científico, sacudido entre la esperanza de la aceptación y el rechazo enérgico de novedades. Aunque se siente que el tácito deseo de pensar el desarrollo como un elemento "dañino", Nowotny acepta el proceso de innovación como algo inevitable y aboga por una nueva síntesis de la ciencia, la tecnología y las ciencias las humanidades. Además se suma que se podría argumentar que la curiosidad ha sido genéticamente heredada de nuestros predecesores primates y mamíferos como la innovación y el progreso, a priori, ni bueno ni malo. En otras palabras, la curiosidad, como tal, es un rasgo evolutivamente seleccionado y no moral.

La curiosidad es la principal fuerza impulsora de la actividad científica. La curiosidad científica, insaciable en sus exploraciones, no sabe lo que se encuentra, o hacia donde conduce. La ciencia necesita autonomía para cultivar este tipo de curiosidad que no está, la innovación, sin embargo, responde a las necesidades y los deseos de la sociedad. Entonces la innovación debería ser el aprovechamiento para producir "resultados"; aunque trae incertidumbre, la innovación con éxito puede alcanzar escalas muy altas. La incertidumbre surge como un exceso de oferta de conocimientos, la búsqueda de la innovación es la respuesta de la sociedad a las incertidumbres que vienen con el progreso científico y tecnológico. Nuestro dilema sería cómo equilibrar el inmenso potencial, pero imprevisible de la ciencia y la tecnología con nuestro reconocimiento de que no todo lo que puede hacerse debe hacerse.  Se puede escapar de las antiguas polaridades y utopías y distopias, para aceptar nuestra ambivalencia - como legado de la modernidad y un recurso cultural.